martes, 27 de mayo de 2014

Andrea Pérez González

Escuela de artes El Molino
Es un centro de aprendizaje de diferentes disciplinas artísticas en el centro de Madrid. Además de ofrecer clases individuales, presta especial atención al trabajo colectivo, huyendo del individualismo que inunda gran parte de la enseñanza artística tradicional. Apuestan por el trabajo en equipo que resalta la alegría, el respeto, el apoyo mutuo y deshecha el miedo al fracaso.  Una de las actividades que ofrece es:

Música para bebés (0-3 años)
Desarrollo de las sesiones:
En este taller no se exige, se juega. Al tratarse de edades tempranas no se pretende que sea una clase totalmente reglada y que los niños estén prestando atención al cien por cien durante toda la sesión. Cada bebé tiene su momento de responder a las actividades y cada uno responde antes a la actividad que más le gusta. La profesora que imparte el curso es Andrea Abilahoud y el precio es de 50 euros al mes.
Son dos sesiones semanales de 30 minutos cada una. La clase es un lugar de diversión y tranquilidad. Los bebés son muy abiertos y sensibles a todos los estímulos ambientales, sonoros y musicales (un día nublado, que no han dormido bien… puede provocar que ese día no esté al 100%) por lo que es necesario repetir las sesiones para que reconozcan las actividades y tengan diversas oportunidades para  intervenir y responder a los estímulos. Los bebés sufren muchos cambios emocionales debido al crecimiento físico, mental y emocional tan acentuado que experimentan en sus primeros años de vida. Esto tiene unas consecuencias en el comportamiento. Si un bebé llora mucho en clase, el padre deberá salir con él antes de que contagie el ánimo a otros bebés de la clase. Luego intentaremos que entre más calmado. Si un bebé no está prestando atención a la actividad es mejor dejarle tranquilo un rato y que luego se incorpore por si mismo cuando vea como los demás nos lo pasamos bien, etc.
Con paciencia y amor vamos consiguiendo los objetivos:
- El principal es que los bebés estén felices.
- Abrir un espacio a la creatividad reconociendo la importancia de toda expresión artística para el desarrollo de todas las inteligencias (intelectuales, sensoriomotrices y emocionales)
- Explorar las diferentes posibilidades de respuesta de los bebés ante diferentes estímulos utilizando material percusivo, sonoro, sensorial, expresivo y psicomotor, que permitirá hacer y reconocer ritmos y canciones dentro de juegos y cuentos musicales.
- Que los padres disfruten y conozcan la forma de expresarse de sus hijos, que afiancen el vínculo entre ellos y que estimulen a sus hijos en casa con juegos, rimas, canciones, masajes…
Contenido de las clases:
-          Cuento. Es de carácter musical. Los personajes se corresponden con instrumentos musicales que luego tendrán que reconocer en otras audiciones.
-          Masajes. Es el momento de relajación. Para ayudar a crear el clima de relajación, podemos cantar una nana y luego proceder a dar el masaje.
-          Esquema corporal. Son ejercicios dinámicos, de constante diálogo entre la profesora, los padres y los bebés. Se trabaja la coordinación y el reconocimiento de las partes del cuerpo.
-          Conocimiento.  Canciones y juegos que ayudan a descubrir el entorno y reconocerlo.
-          Ritmo. Al principio los padres son los que acompañan canciones con instrumentos de pequeña percusión. A medida que el bebé se va familiarizando con los ritmos y los instrumentos pasan ellos mismos a trabajar con ecos rítmicos, pulso y cualidades sonoras. También se trabaja el ritmo con rimas y juegos.
-          Audición. Se busca descubrir que cuenta la música y que sensaciones nos transmiten las melodías al sonar: movimientos en consonancia con lo que suena, dramatizaciones de las obras, movimientos en corro…
-          Danza. A las pocas sesiones de empezar ya se consigue que el bebé reconozca la canción que suena y que enseguida se ponga a moverse con los “pasos” aprendidos. Bailar es un reflejo físico de lo que escuchamos y nos ayuda a trabajar la coordinación y los lazos afectivos entre los miembros del grupo.

Trabajo en casa:

Todo el material que se aprende en clase debe estar apoyado con un trabajo en casa. Escuchar las audiciones, hacer los masajes antes de dormir seguidos de una nana y practicar los juegos didácticos que aprendemos en clase o bailar con los tíos o los abuelos en el salón son buenos ejemplos de cómo hacer que los niños tengan un ocio sano, divertido y educativo. Ese trabajo en casa se agradece en las sesiones y ayuda a que la actitud del niño al venir a clase sea positiva.


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