Escuela de artes El Molino
Es un centro de aprendizaje de
diferentes disciplinas artísticas en el centro de Madrid. Además de ofrecer
clases individuales, presta especial atención al trabajo colectivo, huyendo del
individualismo que inunda gran parte de la enseñanza artística tradicional. Apuestan
por el trabajo en equipo que resalta la alegría, el respeto, el apoyo mutuo y
deshecha el miedo al fracaso. Una de las
actividades que ofrece es:
Música para bebés (0-3 años)
Desarrollo
de las sesiones:
En este taller no se exige, se juega. Al
tratarse de edades tempranas no se pretende que sea una clase totalmente
reglada y que los niños estén prestando atención al cien por cien durante toda
la sesión. Cada bebé tiene su momento de responder a las actividades y cada uno
responde antes a la actividad que más le gusta. La profesora que imparte el
curso es Andrea Abilahoud y el precio es de 50 euros al mes.
Son dos sesiones semanales de 30
minutos cada una. La clase es un lugar de diversión y tranquilidad. Los bebés
son muy abiertos y sensibles a todos los estímulos ambientales, sonoros y
musicales (un día nublado, que no han dormido bien… puede provocar que ese día
no esté al 100%) por lo que es necesario repetir las sesiones para que
reconozcan las actividades y tengan diversas oportunidades para intervenir y responder a los estímulos. Los bebés sufren muchos cambios emocionales
debido al crecimiento físico, mental y emocional tan acentuado que experimentan
en sus primeros años de vida. Esto tiene unas consecuencias en el
comportamiento. Si un bebé llora mucho en clase, el padre deberá salir con él
antes de que contagie el ánimo a otros bebés de la clase. Luego intentaremos
que entre más calmado. Si un bebé no está prestando atención a la actividad es
mejor dejarle tranquilo un rato y que luego se incorpore por si mismo cuando
vea como los demás nos lo pasamos bien, etc.
Con paciencia y amor vamos consiguiendo los objetivos:
- El principal es que los bebés estén felices.
- Abrir un espacio a la
creatividad reconociendo la importancia de toda expresión artística para el
desarrollo de todas las inteligencias (intelectuales, sensoriomotrices y
emocionales)
- Explorar las diferentes
posibilidades de respuesta de los bebés ante diferentes estímulos utilizando
material percusivo, sonoro, sensorial, expresivo y psicomotor, que permitirá
hacer y reconocer ritmos y canciones dentro de juegos y cuentos musicales.
- Que los padres disfruten y
conozcan la forma de expresarse de sus hijos, que afiancen el vínculo entre
ellos y que estimulen a sus hijos en casa con juegos, rimas, canciones,
masajes…
Contenido
de las clases:
-
Cuento. Es de carácter musical. Los personajes se
corresponden con instrumentos musicales que luego tendrán que reconocer en
otras audiciones.
-
Masajes. Es el momento de
relajación. Para ayudar a crear el clima de relajación, podemos cantar una nana
y luego proceder a dar el masaje.
-
Esquema corporal. Son ejercicios dinámicos, de constante diálogo entre la profesora, los
padres y los bebés. Se trabaja la coordinación y el reconocimiento de las
partes del cuerpo.
-
Conocimiento.
Canciones y juegos que ayudan a descubrir el entorno y reconocerlo.
-
Ritmo. Al principio los padres son los que
acompañan canciones con instrumentos de pequeña percusión. A medida que el bebé
se va familiarizando con los ritmos y los instrumentos pasan ellos mismos a
trabajar con ecos rítmicos, pulso y cualidades sonoras. También se trabaja el
ritmo con rimas y juegos.
-
Audición. Se busca descubrir que cuenta la
música y que sensaciones nos transmiten las melodías al sonar: movimientos en
consonancia con lo que suena, dramatizaciones de las obras, movimientos en
corro…
-
Danza. A las pocas sesiones de empezar ya se
consigue que el bebé reconozca la canción que suena y que enseguida se ponga a
moverse con los “pasos” aprendidos. Bailar es un reflejo físico de lo que
escuchamos y nos ayuda a trabajar la coordinación y los lazos afectivos entre
los miembros del grupo.
Trabajo en casa:
Todo el
material que se aprende en clase debe estar apoyado con un trabajo en casa.
Escuchar las audiciones, hacer los masajes antes de dormir seguidos de una nana
y practicar los juegos didácticos que aprendemos en clase o bailar con los tíos
o los abuelos en el salón son buenos ejemplos de cómo hacer que los niños
tengan un ocio sano, divertido y educativo. Ese trabajo en casa se agradece en
las sesiones y ayuda a que la actitud del niño al venir a clase sea positiva.
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